141112 kutxabankEl proceso de bancarización y privatización de las Cajas Vascas Kutxabank es un inmenso fraude decidido y organizado por PNV, PP y PSE, en el cual ha sido necesario mentir, engañar, falsear los datos y la realidad para tratar de hacer creíble el expolio del ahorro vasco depositado en las Cajas de Ahorro.

Comunicado hecho público esta mañana en Bilbao por la plataforma contra la privatización de Kutxabank:

PNV, PP, PSE y CCOO votaron el 24 de octubre transformar Kutxa en fundación bancaria; así se culminó el proceso de transformación de las Cajas Vascas en fundaciones bancarias. A partir de ese momento, el futuro de Kutxabank y de las fundaciones queda en manos de 60 personas que van a actuar sin ningún tipo de control de las entidades públicas fundadoras, de las asambleas de las Cajas y de la representación de impositores, trabajadoras y trabajadores. Son 60 personas que en el futuro van a designar a sus sucesores, y que van a decidir cuándo y cómo vender las acciones de Kutxabank.

El proceso de bancarización y privatización de las Cajas Vascas Kutxabank es un inmenso fraude decidido y organizado por PNV, PP y PSE, en el cual ha sido necesario mentir, engañar, falsear los datos y la realidad para tratar de hacer creíble el expolio del ahorro vasco depositado en las Cajas de Ahorro.

El objetivo de semejante expolio es que el capital privado se apropie de la mayor parte de las acciones de Kutxabank. Si esto ocurre, más de 40.000 millones de euros del ahorro vasco serán gestionados en función de los intereses de accionistas especuladores. Para facilitar este camino, se ha arrebatado el control público y social sobre las decisiones de Kutxabank, su política de inversiones y su modelo de integración en el tejido económico y social vasco.

Como hemos denunciado reiteradamente, este saqueo ha sido organizado aquí, por los partidos de aquí y por los actuales gestores de Kutxabank. Ellos han negociado y acordado las leyes que les sirven de coartada y han tomado las medidas necesarias para tratar de hacer irreversible el proceso; mediante el acuerdo con Bildu decidieron crear un banco para transformar la propiedad de las entidades fundadoras en acciones que se pudieran comprar y vender en el mercado. Ellos compraron el Banco de Madrid y han enterrado miles de millones de euros en la caja de la iglesia Caja Sur para construir un “gran banco español”; han hecho una política de expansión metiéndose hasta el cuello en la especulación inmobiliaria; han regalado activos del banco por valor de 340 millones de euros de los cuales no han ingresado tras descontar comisiones más de 5 millones, y han vendido acciones de empresas estratégicas; los beneficios del banco se obtienen de las comisiones que pagan las personas de menor capacidad de ahorro, el salario de sus trabajadoras y trabajadores y la amortización de más de 1.000 puestos de trabajo; ellos son los campeones en los desahucios y están liquidando la obra social.

En todo el proceso, esos partidos y los actuales gestores de Kutxabank no han hecho más que tratar de engañar a la ciudadanía vasca.

Cuando impusieron la creación del banco Kutxabank dijeron que su objetivo era redimensionar la capacidad financiera de las cajas vascas, posibilitar la inversión en empresas estratégicas de nuestro territorio y mantener aquí la capacidad de decisión sin vender las acciones al capital privado.

Con la transformación de las Cajas de Ahorro en fundaciones bancarias han dicho que el carácter social y público de las cajas se iba a mantener, que la obra social estaba garantizada y que se iba a mantener la propiedad de las acciones.

Cuando hemos planteado propuestas alternativas, o cuando la Diputación Foral de Gipuzkoa ha propuesto devolver la propiedad efectiva de las Cajas de Ahorro vía acciones a las entidades públicas fundadoras, ni siquiera han respondido.

No han sido capaces de articular ni una sola razón política, social o económica para justificar que la liquidación de las cajas vascas sea beneficiosa para el tejido productivo, las empresas y las personas en Euskal Herria, y tampoco han explicado los motivos que les han llevado a bloquear la propuesta de Bildu y la Diputación Foral de Gipuzkoa que pretende evitar la privatización.

Estos días estamos asistiendo al desmoronamiento de todo el andamiaje demagógico urdido para engañar a la ciudadanía. Nada de lo que dijeron en el proceso de bancarización o de creación de las fundaciones bancarias es verdad; solo era una argucia para evitar la protesta y la movilización social.

Las declaraciones de Mario Fernández diciendo cuál es el futuro inmediato de Kutxabank (venta de las acciones y/o la ampliación de capital y dedicarse a mejorar las expectivas de dividendo de los accionistas privados) no es más que la expresión de la realidad pura y dura.

El PNV, PP y PSE se han puesto nerviosos al quedar al descubierto su estrategia de avanzar paso a paso sin explicar el escenario final; con sus anunciadas alegaciones al borrador del Banco de España (BE) solo pretenden rehuir su responsabilidad ante la ciudadanía. Recorriendo el camino que se ha elegido y recorrido no hay otro final que el declarado por el BE, y ellos lo sabían con certeza. El reparto de papeles entre el BE y el PNV, uno actuando de malo y los otros pretendiendo quedar de buenos, es una burda parodia que a estas alturas de la película no engaña a nadie.

Votar a favor de la Ley de Cajas y pactar enmiendas, como ha hecho el PNV, a sabiendas de que las mismas contribuían a eliminar el control público y social y a vender las acciones al capital privado, es hacer dejación de la principal responsabilidad de las instituciones públicas (velar por el bien común y no por el interés de unos pocos).

Este expolio tiene responsables. Son responsables los partidos que han tomado las decisiones en clave normativa y han elegido a los gestores que han ejecutado las decisiones, pero también hay una responsabilidad política que ni Gobierno Vasco ni Lehendakaritza pueden eludir. El Lehendakari Urkullu y el Gobierno Vasco han dado cobertura a esta estrategia, y lo siguen haciendo, al mostrar su “confianza” en la actual dirección de Kutxabank. Si confían en quienes quieren dejar Kutxabank en manos privadas es porque están de acuerdo con ello; no hay más lecturas posibles.

Hay que revertir de inmediato el proceso que nos ha llevado a este callejón sin salida, porque se puede hacer, hay margen para ejecutarlo y la sociedad y la economía vasca lo necesitan con urgencia:

  • Devolver de inmediato las acciones de Kutxabank a las instituciones públicas.

  • No ampliar capital saliendo a bolsa o incorporando accionistas privados. Compromiso de que el 100% del capital de Kutxabank va a ser público.

  • Compromiso de que no se va a aceptar ninguna medida que haga más difícil la reversibilidad del proceso, como las que demanda el Banco de España para la presentación de un plan de desinversiones o la dotación de un fondo de 700 millones de euros.

  • Adoptar cuantas iniciativas de carácter normativo sean necesarias para defender y mejorar el caracter público y social de las Cajas-Kutxabank, instaurar una gestión compartida entre instituciones, impositores y trabajadoras y trabajadores democratizando el consejo de administración y la asamblea de accionistas de Kutxabank.

  • Generar un marco normativo propio para construir un sistema financiero público vasco en el que las cajas-Kutxabank tengan un papel fundamental.

Eragile sozialak: AHT Gelditu Elkarlana, Berri-Otxoak, Bilboko Auzo Elkarteen Federazioa, Coordinadora ONGD Euskadi, Danok Lan, Euskal Herriko Pentsionisten Plataformak, Ezker Gogoa, IRPH STOP Gipuzkoa, Kontsumitzaileen Elkarteak (EKE, UCE, EKA, EHKB, OCUV), M15M, Mugarik Gabe, Mujeres del Mundo, REAS, PAH Kaleratzerik ez!, SOS Racismo Bizkaia, STOP Desahucios Gasteiz y Gipuzkoa, Kutxabank Publikoa.

Sindikatuak: EHNE, HIRU, ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS