Tal y como obliga la LOMCE en todo el estado, aquí se han comenzado a realizar las pruebas de tercero. Junto con otros agentes educativos, steilas  ha dejado clara desde el primer momento su postura contraria a la realización de estas pruebas, por la forma en que se ha desarrollado el proceso y por la mochila ideológica que trae consigo.

En cuanto al proceso, el Departamento de Educación empezó diciendo que la LOMCE no se aplicaría en la CAPV, y que no se impondría aquí el sistema de pruebas y reválidas que establece la LOMCE. Luego, con el pretexto del “imperativo legal”, que se haría un pilotaje en algunos centros públicos y privados; a raíz de esta decisión se difundió una lista de 30 centros en los que se realizarían las pruebas a principios de mayo, pero sin confirmación oficial de que ésos serían los centros seleccionados y de cuándo, cómo y quién las realizaría. La mayoría de los agentes educativos nos manifestamos en contra, especialmente las AMPAs, y en muchos centros (incluidos o no en la lista) se difundió un calendario de acciones, recogiendo firmas entre las familias, presentando escritos a las direcciones y planificando acciones para los días previstos. Ante la marea en contra que se levantó y la proximidad de las elecciones, el proceso se pospuso. Aunque las pruebas han comenzado a finales de mayo, sin haberse publicado la planificación global, en algunos centros el boicot a las pruebas ha conseguido que la administración renuncie a realizarlas.

Pero detrás del secretismo y falsedad que han demostrado, es importante fijarnos en lo que hay detrás de estas pruebas y del modo en que se han impuesto. El propio concepto de Educación esta en juego, empezando por sus objetivos y siguiendo por la forma de estudiar y evaluar.

Estas nuevas leyes (y lo mismo nos da la LOMCE española que la LEC catalana o HEZIBERRI en nuestro caso) sustituyen el desarrollo integral de la persona por la formación de trabajadores y emprendedores. La empleabilidad se convierte en el objetivo principal,  y a ella se adecuan los planes de estudios, la configuración de los centros y las pruebas y reválidas que hay que superar a lo largo de los años. La naturaleza de estas pruebas es supervisar la evolución del alumnado, controlarla y, si se desvía de lo marcado, corregirla. Es un engaño que las pruebas de tercero no influirán en la promoción del alumnado. Según el borrador de Heziberri (artículo 53): “De resultar desfavorable [la evaluación], el equipo docente deberá adoptar las medidas ordinarias o extraordinarias más adecuadas. […]”. Y si los resultados de las pruebas tienen esas consecuencias, está claro que el plan de estudios de ese curso se adecuará, en gran medida, a su preparación.

Por otro lado, tenemos experiencia de cómo se han utilizado los resultados finales de pruebas análoga en otras comunidades para publicar rankings para clasificar los centros con el  riesgo evidente de una mayor guetización de los mismos.

Por todo lo dicho, pedimos a toda la comunidad escolar que siga en la lucha, respondiendo con un NO rotundo a las pruebas de tercero de primaria, y exigimos al Departamento de Educación que renuncie a estas pruebas y explique claramente a la sociedad si van a seguir aplicando la LOMCE o no. En este sentido, animamos a participar en las movilizaciones que se organicen a nivel local y se zona.

   Euskal Herria, a 27 de mayo de 2015

steilas