steilas exige al Departamento de Educación del Gobierno Vasco que retrase el inicio del proceso oficial de matriculación -que se iniciará presumiblemente la última semana de enero- hasta que se verifique que dicho proceso se llevará a cabo con las suficientes garantías. Dadas las dudas que se están planteando en torno a la igualdad de oportunidades en el acceso a determinados centros steilas demanda al Departamento que sea la propia administración quien supervise en cada centro de manera directa y presencial, la limpieza del proceso y que actuando de oficio, en materia de conciertos educativos, sancione conforme a la normativa vigente, a los centros que pudieran haber incumplido gravemente sus obligaciones.

Cuando se aproxima el periodo de matriculación para los centros educativos, una de las denuncias habituales ha sido que en muchos de los centros privados que se sostienen con fondos públicos se abren periodos de prematriculación, previos al oficial. Por medio de ellos, se oferta a nivel interno (a las familias pertenecientes o cercanas al proyecto del centro) la posibilidad de inscribir a sus hijos e hijas. Se elabora así una lista de futuros alumnos y alumnas, sin valor oficial, pero que sirve para desanimar a quien -al margen de este círculo- se acerca a informarse durante el periodo oficial. Se les desinforma al decirles que no hay plaza o que no tienen ninguna posibilidad porque las aulas ya están llenas con los hermanos y hermanas del alumnado actual, omitiendo que ese es un criterio más dentro de la baremación que ha de hacerse en caso de que la demanda de plazas supere a la oferta.

Esta situación lejos de cambiar, se reproduce año tras año como consecuencia de la inacción manifiesta de la administración y este año no es una excepción. Aunque el plazo oficial de matriculación no se abrirá hasta finales de enero, muchos centros concertados ya “informan” a quienes muestran interés que no quedan plazas.

La credibilidad de la administración está más en entredicho que nunca porque existe una normativa al respecto que se ningunea sistemáticamente y porque las consecuencias sociales de estas actuaciones han quedado en evidencia. Gracias a la labor de denuncia de diversos agentes educativos, entre ellos steilas– hoy en día ya nadie niega que la segregación del alumnado es uno de los principales problemas del sistema educativo vasco y que hay causas concretas que la fomentan (el sistema de baremación, la matriculación del alumnado tardío, las cuotas de los centros concertados, la infrafinanciación de los públicos, los idearios religiosos…).

En este caso concreto, el Departamento de Educación no puede seguir mirando para otro lado. Su obligación es verificar esas denuncias y tomar las medidas necesarias para que el proceso de matriculación se haga con las necesarias garantías.