Iritzi artikulua: 25 de Noviembre Enfrentándonos al miedo

Unidad Didáctica [KLIK]

Kartela_matxismokontra_eguna_EUSNo es la primera vez que hablamos del miedo, desgraciadamente al acercarse el 25 de noviembre y volver a hacerse eco los medios de comunicación del número incesante de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, del número creciente de agresiones y de la impunidad que parece siguen teniendo los agresores, es imposible no sentir una sensación de indignación, de ahogo, de impotencia y de rabia.

Desde el mundo de la psicología y la educación el miedo se considera un estado emocional positivo ya que nos alerta de un posible peligro. Sin miedo no tendríamos la necesidad de huir ante algo que hiciera peligrar nuestra vida.

Sin embargo, cuando el miedo deja de ser una simple advertencia y se convierte en protagonista de nuestra vida puede dañar seriamente nuestra salud, tanto física como psicológicamente.

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua, el miedo viene definido del siguiente modo: “(del latín metus) Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Recelo o aprensión que una persona tiene a que le suceda una cosa contraria a lo que desea”.

El miedo está presente en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, partiendo de la definición anterior y desde un punto de vista educativo, la labor tanto desde la escuela como desde la familia, consistiría en ayudar a las y los jóvenes, a niñas y niños, a diferenciar los miedos reales de los imaginarios para así poder obrar en consecuencia.

Tristemente, mujeres de todas las edades conviven diariamente con el miedo, miedo a entrar solas a un bar, a volver a casa, a pasar por determinados lugares, a ocupar ciertos espacios, a practicar deportes concretos o a desempeñar algunos trabajos. Según datos de EMAKUNDE, el 32% de las mujeres vascas entre 15 y 29 años dicen sentir miedo al caminar de noche y no es extraño si tenemos en cuenta cómo año a año aumenta el número de agresiones sexuales. Y estos miedos son algo real contra lo que es prácticamente imposible luchar.

Una consecuencia de este miedo es la inhibición, la retirada e incluso el complejo de inferioridad que impide a cientos de mujeres desarrollar muchas de sus capacidades, que impide en definitiva que se desarrollen en completa libertad.

Pero detrás de esos miedos no se encuentran situaciones personales concretas, o sitios concretos por los que es peligroso caminar, sino una realidad social que no cambia, una realidad que esconde una violencia estructural contra las mujeres. Una violencia que les impide, sea cual sea su edad, desarrollar una vida plena sin miedos y limitaciones y llegar a alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres en todas las esferas de la vida.

Echando una mirada a datos de agresiones y muertes, comprobamos con espanto la juventud tanto de víctimas como de agresores. Jóvenes que podemos tener en nuestras familias y que no hace mucho que abandonaron el sistema educativo, quizás pasando por nuestras aulas. Este hecho nos hace reflexionar sobre el papel que juega tanto la familia como la escuela en la perpetuación de actitudes machistas, así como en la normalización y legitimación de la cultura patriarcal.

Por eso, steilas con motivo del 25 de noviembre un año más ha enviado a los centros escolares y a la afiliación un nuevo cartel y una nueva unidad didáctica, con la que pretendemos hacer llegar ideas con las que poder ayudar al alumnado en general y a las chicas en particular a entender que para acabar con la violencia contra las mujeres es necesario un cambio de valores. Que tenemos que acabar con todas esas situaciones que nos producen miedo. Que para poder forjar un futuro libre de miedos, la sociedad tiene que garantizar la desaparición de la violencia contra las mujeres.

Y desde aquí exigimos a las instituciones una verdadera revisión de la legislación y de las normativas municipales, de los currículos de educación y de las políticas de prevención. Porque para un cambio de valores toda la ciudadanía es necesaria. Y por supuesto es imprescindible hacer un análisis en profundidad de la realidad en que vivimos y escuchar al movimiento feminista.

SECRETARIA DE LA MUJER DE STEILAS