EAJ-PSE No perda?is el norte en educacio?n[pdf]

Nadie pone en tela de juicio que la educación sea un elemento fundamental para el bienestar de una sociedad. Y hablamos de la ciudadanía, porque para la clase política la educación como prioridad dura lo que dura la campaña electoral. Son otros los temas que marcan la agenda de quienes mandan en Bruselas, en Madrid o en la CAV. El PSE dio comienzo a los recortes en educación y el PNV les dio continuidad, y no parece que en esta nueva etapa la educación en general, y la educación pública en particular –más allá de algunas palabras bonitas– vayan a tener un reconocimiento real.

En este momento urge el cambio. Así lo consideramos en steilas. Mientras la educación y la cohesión social no sean prioritarias en las agendas, la situación no va a mejorar. Pero debemos avanzar con cuidado: al parecer PISA se ha convertida en la referencia de nuestro sistema educativo y, en vez de buscar dar respuesta a las necesidades de nuestro pueblo, van a ser los principios neoliberales de la OCDE y la Comisión Europea quienes van a fijar las bases de la escuela pública. El cambio es necesario, sí, pero solo si da respuesta a nuestras necesidades y cuando esté acordado por todos los agentes educativos.

Un cambio de rumbo con la misma consejera parece improbable. Además, nos preocupa la actitud hacia la representación de las y los trabajadores de quien va a continuar al mando de la Consejería de Educación en el nuevo Gobierno de coalición PNV-PSE. steilas lleva años denunciando que HEZIBERRI 2020 –el proyecto predilecto de Uriarte– no es válido para que se produzca el cambio que necesita nuestro sistema educativo. En esta nueva etapa le recordamos, una vez más, qué medidas debería tomar para que se produzca el citado cambio:

  • Destinar al menos el 6% del PIB a la educación. Más financiación sí, pero no de manera indiscriminada. El sistema educativo no puede estar supeditado a las leyes de mercado o condicionado por sus altibajos. La educación pública debe alejarse de dicha dependencia, garantizando la equidad, la igualdad de oportunidades y la cohesión social. Es responsabilidad directa del Departamento dotarla de los recursos suficientes. En este momento resulta imprescindible que la red pública sea la prioridad de la Administración, para hacer frente a la falta de recursos que padecen estos centros. Por ello, es necesario un plan estratégico específico para que estos centros se sitúen en el lugar que les corresponde, como eje de nuestro sistema educativo. Este plan estratégico, además de preocuparse por mejorar el equipamiento de los centros, debería garantizar a la ciudadanía el derecho a escolarizarse en la red pública en sus barrios y pueblos, tal y como se recoge en la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria. Hoy, debido a la dejadez de la Administración, la escuela pública se encuentra en una situación de subsidiaridad de la que debe de salir sí o sí.

  • Paralización del Plan Heziberri 2020. Este plan se basa únicamente en las recomendaciones de la Troika europea –austeridad y política educativa dirigida a satisfacer el mercado– y los deseos de las patronales de la red privada (acuerdo firmado con Tontxu Campos por Kristau Eskola e ikastolas privadas). Heziberri aleja la educación de la soberanía, nos deja en manos de los intereses del mercado y favorece a quienes promueven la competitividad en el ámbito educativo. Llevará al sistema educativo a un modelo desregularizado.

  • Reflexión en torno a las evaluaciones externas. Es necesaria porque ¿qué sistema de evaluación necesitamos? ¿Con qué objetivo?

  • Cese de la política de concertación de carácter universal, sin ningún tipo de control ni condicionante de la enseñanza privada. Así mismo, el acuerdo firmado por Kristau Eskola y Partaide en 2009 también tendría que invalidarse, pues no fue consensuado con toda la comunidad educativa.

  • Trato preferente a la etapa 0-3. Es la etapa más importante para impulsar la equidad y cohesión social. Desgraciadamente, aunque los gobiernos precedentes lo sabían –o quizás por ello–, los mecanismos de segregación por clases han sido aplicados de forma mucho más eficiente y brutal en esta etapa. Solo las clases medias-altas tienen garantizado el acceso a un servicio –supuestamente público– que debería ser una herramienta de cohesión social. Para la derecha política esta es una cuestión estratégica, ya que es la única forma de poder mantener la estructura clasista de la sociedad. Se perpetúan los roles actuales y se dificulta la igualdad real entre mujeres y hombres.

  • El euskera debe ser la lengua principal de todo el sistema, la lengua de los centros educativos, es decir, la herramienta habitual para la comunicación entre quienes trabajan en los servicios públicos y quienes los utilizan. Dada la situación de diglosia en la que vivimos, mientras el euskera no sea prioritaria en todos los ámbitos, será imposible conseguir la normalización de nuestra lengua. Últimamente, en los centros educativos, se ha dado un uso instrumental del euskera y del inglés, equiparando así las funciones de ambos idiomas (son importantes para el mundo laboral). No se tiene en cuenta que una de las funciones de un sistema educativo es la transmisión de la cultura y la lengua, y que esto solo se puede lograr trabajando con la lengua autóctona. En este sentido, nos preocupan las consecuencias que puede llegar a tener la implantación de un marco trilingüe que carece de cualquier fundamento pedagógico. Además, nos alarma la centralidad que en relación al tratamiento de las lenguas se le ha dado al inglés en el recién firmado pacto PNV-PSE.

  • Es imprescindible la participación real de toda la comunidad educativa en el proceso de configuración el sistema educativo. Hoy en día sucede lo contrario: la prioridad la tienen entidades como las patronales de la enseñanza privada y los sindicatos son alejados del proceso.

  • La universidad pública, otro eje estratégico para el desarrollo de este pueblo. Somos una nación pequeña; no tenemos muchos recursos naturales y esto exige invertir más en la educación pública, también en la universidad. La UPV/EHU recibirá un 14% menos durante los próximos 4 años. Por el contrario, las otras dos universidades privadas van a recibir un 5% más. Esta política de presupuestos, además de generar incertidumbre, ha llevado a muchos trabajadores y trabajadoras a una situación de precariedad; entre otros, conlleva la expulsión del profesorado joven de la educación superior.

  • Recuperar la negociación colectiva. Es una cuestión prioritaria. La Consejería ha cerrado las puertas a la negociación con la excusa de que no tiene dinero. A menudo, la Administración coloca al personal docente en el centro del sistema. Nos hace responsables de la calidad de la enseñanza al tiempo que empeora nuestras condiciones de trabajo. Priorizar la educación y garantizar unas condiciones de trabajo dignas a sus profesionales deben ser para la consejera dos caras de la misma moneda.

Dicen que es tiempo de diálogo y de amplios acuerdos. Son muchos años buscando soluciones para los problemas de nuestro sistema educativo. Seguiremos trabajando para superar un sistema educativo de dos velocidades y en favor de que se garantice la escolarización en términos de igualdad, euskaldunización y calidad para todo el alumnado de la CAPV. steilas, como siempre, trabajará con los colectivos y organizaciones que están dispuestos a avanzar como pueblo. Y quienes se miran al ombligo, nos tendrán enfrente, como ha sucedido hasta el momento.