LA UNIDAD NOS FORTALECE

Ahora que, desde la élite económica y política, nos lanzan constantes mensajes de que lo peor ha pasado y que estamos en plena recuperación de la economía es más necesario que nunca hablar de qué consecuencias ha dejado, en esta última década de recesión económica, para los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

Porque mientras una minoría social ha aprovechado la mal llamada crisis para hacer un saqueo de lo público, la mayoría estamos pagando sus consecuencias. Esta crisis multisistémica nos ha dejado: Desregulación y precarización del mercado laboral, aumento de la pobreza, aumento de la desigualdad y, por el contrario, ha provocado una mayor acumulación de la riqueza en pocas manos, un peor sistema de protección social y unos servicios públicos más restrictivos y de peor calidad.

El resultado de las políticas que han aplicado los distintos gobiernos es evidente: Más del 95% de los contratos que se realizan son precarios; tanto en la CAPV como en Nafarroa los salarios de quienes han conservado el empleo se ha reducido en más de un 10%; el 17,6% de la sociedad vasca y el 13% de la sociedad navarra se encuentra en situación de pobreza o de exclusión social y miles de personas se han visto obligadas a dejar su casa desahuciada.

Si a estos datos le sumamos un Estado de Bienestar cada vez más adelgazado, unas prestaciones sociales recortadas (RGI, prestación de desempleo, subsidios), unas pensiones cada vez más bajas y unos servicios públicos cada vez menos gratuitos y de peor calidad… solo nos queda un camino: DECIR BASTA.

Es el momento de empezar a revertir esta situación. Tenemos que convertir este 1 de Mayo en un punto de inflexión que rompa esta tendencia de pérdida continua de derechos sociales y laborales.

Hay que tener claro que por las buenas, no nos van a devolver lo que nos han robado. Los derechos los tenemos que conquistar, una vez más, como así ha sido a lo largo de la historia. La única herramienta que ha tenido la case trabajadora para avanzar ha sido la lucha.

El capitalismo es un enemigo temible y que, tras esta crisis, se siente más poderoso que nunca. Es por ello, que la lucha es más necesaria que nunca.

La historia nos ha demostrado que la atomización de las luchas es un obstáculo para conseguir darle la vuelta a este injusto sistema económico y social. Es necesario que luchemos todos y todas juntas para poder avanzar. Solo juntando las luchas de todas las personas y sectores afectados por la crisis seremos capaces de plantar cara al sistema. Solo juntos y juntas en la lucha podemos arrebatarles lo que nos han quitado.