CONTRA LA PRECARIEDAD. LAN ERREFORMAK INDARGABETU!

Hoy 1 de mayo, de nuevo salimos a las calles para denunciar que poco o nada ha cambiado. Tenemos que volver a repetir que estamos hartas de que la precariedad condicione nuestras vidas y que solo organizándonos podremos acumular la fuerza suficiente para transformar este sistema.

Esta precariedad nos asesina y enferma. En 2018, tan sólo en Hego Euskal Herria, han muerto 69 personas en accidente laboral, y 16 en lo que llevamos de año. Queremos ir al trabajo en las mejores condiciones de salud y, sobre todo, queremos volver vivas a nuestras casas. ¡Nuestras vidas y nuestra salud valen más que sus beneficios!

Las crisis cíclicas del sistema capitalista, materializadas a través de las sucesivas reformas laborales nos han arrastrado a esta situación que ya es insostenible. Esto se tiene que acabar y por ello, una vez más, exigimos que se deroguen las reformas laborales del PP y del PSOE. Distintos partidos, pero el mismo objetivo, acabar con los derechos de las trabajadoras y trabajadores, dando más poder a la patronal.

Estamos cansadas de este sistema capitalista y heteropatriarcal que nos impide vivir en igualdad con nuestros compañeros. Hartas de que no se tomen medidas efectivas para erradicar la brecha salarial. Hartas de tener que soportar dobles y triples jornadas, de que seamos las mujeres quienes ocupemos el 79% de los contratos parciales, de la inestabilidad de nuestros empleos, de que nos acosen y agredan en nuestros centros de trabajo… ¡No somos trabajadoras de segunda! Aunque no queráis vernos, somos quienes sostenemos el mundo, pero ya estamos hartas, así que preparaos porque vamos a romper el techo de cristal, sí, pero sobre todo, vamos acabar con sus suelos pringosos que nos impiden seguir avanzando. Es nuestro momento. Las dos últimas huelgas feministas no han sido más que el principio del fin de su sistema heteropatriarcal y capitalista. Lo decimos bien alto, el cambio social será feminista o no será!

El capitalismo no entiendo de fronteras cuando de dinero y mercancías se trata, sin embargo impide que las personas circulemos libremente, levantando muros y alambradas. La tierra no pertenece a los gobiernos y no le corresponde el derecho de rechazar o no a las personas, no hay nadie que sea ilegal en ningún territorio.
En este último año hemos vuelto a ver a las personas pensionistas reclamando en las calles pensiones dignas, siendo un ejemplo de lucha.

A su vez la incesante necesidad de acumulación de capital por parte de la burguesía, nos arrastra a un modelo de producción desarrollista y extractivista incompatible con la vida en el planeta, con ejemplos como la reanudación de las obras del TAV, o modelos de urbanismo que responden a las necesidades del capital y no a necesidades humanas.

Es hora de acabar con la precariedad laboral y social, ha llegado el momento de poner las vidas en el centro y apartar de una vez por todas los intereses económicos del mercado/capital. Por encima de sus beneficios, estamos la clase obrera digna y combativa y no vamos a dar ni un paso atrás hasta acabar con este sistema capitalista y heteropatriarcal.

Patriarcado y capital alianza criminal!