Ante los recortes que aprovechando la crisis sanitaria ha comenzado a realizar el Departamento de Educación, los sindicatos abajo firmantes tenemos claro que es imprescindible reforzar la educación pública.
Si no se ponen los recursos necesarios para reforzar la educación pública, a la vez que se retoma la interlocución y la negociación real con quienes representamos a las y los trabajadores, hacemos saber al Departamento de Educación del Gobierno Vasco que recibirá una respuesta contundente y que no dudaremos en iniciar una dinámica de movilizaciones.
En esta época en la que lo más básico se ha puesto en cuestión, ha quedado en evidencia la importancia de los servicios públicos para sostener la vida. Hemos vivido tiempos duros y los que vendrán no parecen ser fáciles. Ahora, queda por ver si aprenderemos algo de lo vivido o, si en el futuro, repetiremos los mismos errores cometidos hasta ahora.
Al parecer, el Departamento liderado por Cristina Uriarte ha aprendido poco, ya que en la educación pública ha emprendido la senda de los recortes. Pese a que el Departamento de Educación sigue la vía de las decisiones unilaterales impuestas y no ha comunicado nada directamente a los sindicatos, sabemos por noticias recibidas de distintos centros que de cara al próximo curso se están empezando a aplicar recortes en diferentes áreas y colectivos: en los cursos de IRALE, en los Barnetegis, en las relaciones de puestos de trabajo que se han trasladado a los centros, en los refuerzos generados por los índices de necesidades de los centros…
Además, está por ver cuál será el impacto de las decisiones unilaterales de Lakua en el programa Hamaika esku, en el colectivo de cocinas y comedores, en el colectivo de especialistas de apoyo educativo en educación especial, en terapeutas ocupacionales y en el Consorcio Haurreskolak,…
Ante la situación creada por la Covid-19 el partido político que lidera el Gobierno Vasco ha estado continuamente imponiendo decisiones unilaterales, de forma improvisada y sin planificación general. Ahora, aprovechando la crisis sanitaria, en lugar de aumentar los recursos necesarios para gestionar esta situación excepcional, comienza a aplicar recortes. Justo cuando tocaba ampliar las plantillas y analizar las ratios, tanto por etapas como por colectivos de trabajadores.
Los sindicatos tenemos claro que ahora toca apoyar a esos servicios públicos que tanto hemos aplaudido en los momentos difíciles. Hay que
invertir en la educación pública, ya que es un instrumento de cohesión imprescindible para conformar nuestra sociedad. Como ha evidenciado la crisis, una educación pública fuerte es una herramienta esencial para compensar las desigualdades de origen que se generan en la sociedad, ya que en los centros educativos nos dedicamos a una práctica que va más allá de la simple transmisión de contenidos.
Pero, para que la Educación pública cumpla su función necesita recursos, es decir, inversión. Cabe recordar que la inversión pública en educación en 2019 fue del 3,5% del PIB, muy lejos del 6% recomendado por la UNESCO y de la media del 4,7% de la Unión Europea o del %7 de los países nórdicos. Por ello, ahora más que nunca exigimos una inversión en educación pública del 6% del PIB. Sólo así podremos garantizar los recursos humanos y materiales imprescindibles en este momento.
Por lo tanto, exigimos al gobierno de la CAV que facilite la interlocución y negociación real con las y los representantes de las y los trabajadores, que deje de lado los recortes y que adopte medidas para proveer de recursos necesarios que fortalezcan la educación pública. En ese sentido, le pedimos que adapte los presupuestos incrementando la inversión para la educación pública, para poder así responder a las lagunas que son necesarias desde hace tiempo y que ahora se han vuelto urgentes. Es imprescindible bajar las ratios y aumentar las plantillas, implementar la gratuidad del Consorcio Haurreskolak, aumentar los recursos para necesidades educativas especiales, así como la de Pedagogos/as Terapeutas e HIPIs, garantizar la contratación de responsables de limpieza, cocina y comedores, adoptar medidas para aliviar la carga de trabajo de las y los trabajadores, poner en marcha un plan de rejuvenecimiento de la plantilla que permita la jubilación progresiva de las y los trabajadores, implementar medidas reales para la conciliación y posibilitar con garantías la consolidación del personal eventual.
Desgraciadamente, parece que el Gobierno de Vitoria-Gasteiz se dirige en sentido contrario, ha tomado todas las decisiones de forma unilateral. Y es que, aún cuando lo hemos denunciado una y otra vez, seguimos en la misma situación, sin tener ningún tipo de interlocución con quienes representamos a las y los trabajadores, y sin facilitar ningún tipo de negociación. ¡Por nuestra parte anunciamos que si esto no cambia, nos encontrará delante!
En Euskal Herria, a 10 de Julio
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