Ayer, día 5, se derrumbó el techo de un baño en la haurreskola Mariturri de Vitoria-Gasteiz cuando había 5 niños y niñas y un educador.

Mediante esta nota, queremos mostrar nuestro apoyo a los niños, niñas, familias y educadoras afectadas en el suceso de ayer.

Las educadoras tomaron las medidas oportunas, aplicaron el protocolo y pusieron en marcha el proceso de evacuación. Como consecuencia del accidente, dos niñas sufrieron heridas leves. Queremos poner en valor la profesionalidad demostrada por las educadoras, que consiguieron evitar daños más graves.

Al día siguiente del accidente, ante nuestra sorpresa, las educadoras de la haurreskola han tenido que acudir a trabajar a la haurreskola; ningún niño ni niña ha acudido. Al mismo tiempo, los técnicos municipales debían confirmar hoy si la estructura de la haurreskola es segura. ¿Cómo es posible que las educadoras tengan que acudir a la haurreskola sin que los técnicos municipales realicen la investigación y valoración necesaria tras la caída del techo? Las trabajadoras tenemos derecho a trabajar en un espacio seguro y, a nuestro juicio, obligar a las educadoras a acudir a la haurreskola cuando aún no se ha aclarado lo ocurrido ayer no es la mejor decisión.

Por todo ello, hasta que no se asegure que la haurreskola Mariturri es un espacio seguro tanto para las niñas y los niños como para las educadoras, exigimos que nadie acuda al centro. De la misma manera, teniendo en cuenta que varias haurreskolas de Gasteiz tienen estructuras similares, pedimos al Departamento de Prevención del Consorcio Haurreskolak y al Ayuntamiento de Gasteiz que hagan una revisión de la situación de todas ellas, porque es imprescindible evitar que se produzcan siniestros como el de ayer.

Y es que la situación de los espacios de trabajo debe mantenerse como es debido para garantizar la seguridad de las trabajadoras, de las familias, de los niños y de las niñas.