Este ha sido un curso difícil; si bien la emergencia sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia de la educación pública, esto no ha tenido ninguna repercusión en lo que a recursos o inversión educativa se refiere. Si la situación no ha empeorado en los centros educativos y las Haurreskolas, ha sido única y exclusivamente por el enorme esfuerzo realizado por parte de las y los trabajadores. Sin embargo, los esfuerzos realizados por del Departamento de Educación, han sido insuficientes. Además de llegar tarde, los recursos han sido escasos, las ratios no se han reducido y la tónica general durante esta pandemia ha sido la improvisación y el desconocimiento. Tanto es así que, hoy por hoy, todavía estamos a la espera de aclaraciones sobre la vacunación.

El curso escolar se inició con un nuevo Departamento de Educación. Las mesas de negociación se activaron con propuestas para nuevos acuerdos laborales, pero todas esas intenciones se han quedado cortas, ya que no se han materializado en contenidos. El Departamento de Educación no ha realizado ningún cambio en lo que son cuestiones esenciales para propiciar una mejora tanto en la calidad educativa como en las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores. Es decir, no ha tocado las ratios, la jubilación ni la consolidación. Además, no se han respetado los contenidos y calendarios acordados inicialmente. Por lo tanto, aunque es cierto que la negociación ha tenido un ritmo diferente en cada uno de los sectores que componen la educación pública, ha habido un denominador común en todos ellos; la unilateralidad, la falta de negociación y la nula voluntad de hacer una apuesta decidida por la educación pública.

En el Consorcio Haurreskolak se realizaron ocho jornadas de huelga para , entre otras cosas, poder abordar la negociación colectiva. Tras todo este esfuerzo, aún no ha habido ningún avance en las mesas de negociación. La gerente, ha demostrado una vez más su ineficiencia para llevar acabo su trabajo y ha hecho una gestión unilateral. En lo que a personal laboral educativo respecta, aún cuando la tasa de interinidad es del 64%, la convocatoria de OPE acordada en 2018 aún no se ha publicado, no sabemos si el proceso de consolidación será aplicable en el sector y seguimos con el Convenio Colectivo de 2004.

En las mesas de negociación del profesorado funcionario ha habido diversas propuestas de renovación y de reorganización, aunque tras un año de negociación todavía no sabemos cómo se van a llevar a cabo y de qué recursos dispondremos. En los casos de IRALE o IVED, por ejemplo, esta reordenación sólo ha supuesto una reducción de recursos. No queremos palabras; queremos compromisos en los que se tomen medidas concretas que permitan el mantenimiento de la plantilla y la consolidación del personal interino. Dado que el Departamento de Educación no ha asumido este tipo de compromisos, cerraremos el curso sin ningún acuerdo.

Es obvio que este nuevo Gobierno de PNV-PSE sigue con la política privatizadora de siempre. La universidad EUNEIZ que se abrirá próximamente en Gasteiz es un claro ejemplo de ello, así como la falta de avances para la gratuidad de la etapa 0-3 o todas las irregularidades que se están dando en los procesos de matriculación en detrimento de la educación pública.

Por todo ello, en este final de curso STEILAS tiene claro que las medidas tomadas por el Departamento de Educación ha sido totalmente insuficientes. El Gobierno no ha apostado por la Escuela Pública Vasca, ha seguido con la dinámica de recortes y en la lógica de la unilateralidad y todo ello, en detrimento del sistema público de educación.

GORA EUSKAL ESKOLA PUBLIKOA!!!!

Euskal Herria, 24 de junio de 2021