Aun siendo conscientes de que la implantación de la LOMLOE suponía que la asignatura de religión pasara de tener dos sesiones a una en Infantil y Primaria, estos días hemos tenido conocimiento de las intenciones de la derecha navarra al respecto.

El asunto ha llegado al Parlamento de Navarra de la mano del grupo Navarra Suma, que busca el apoyo de otros grupos políticos para sacar adelante su proposición de ley. En dicho documento se recoge que, a las horas de esta materia que el profesorado de religión imparte en el centro, se le sumaría la ampliación de horas hasta alcanzar el máximo de 26 sesiones con la impartición de otras asignaturas, en detrimento de las demás docentes.

En Navarra hay actualmente 145 docentes de religión que son personal propuesto a dedo por el arzobispado y contratado por el Gobierno de Navarra, al margen de la transparencia y de las normas de gestión que nos rigen a todas las demás. Si has sido bautizado, has logrado la “Declaración Eclesiástica de Idoneidad” y has ejercido “recta doctrina y testimonio de vida cristiana”, obtienes de la propia Iglesia católica la “missio canónica”, y puedes trabajar en estas listas especiales, por encima del resto de docentes. Consiguen tantos puntos y méritos como cualquier otra persona, aunque se dediquen a pintar pasajes bíblicos y a alimentar el adoctrinamiento religioso que debería estar desde hace tiempo al margen de la escuela.

Según los datos facilitados por el Gobierno, con el paso de dos sesiones a una, el número de docentes de religión en las aulas navarras sería de 116, pero la ampliación del contrato a estos supondría un gasto anual de 2,5 millones de euros. Queremos hacer hincapié en denunciar que la mayoría de las 29 plazas que se perderían son de reciente contratación, que han hecho uso de la puerta trasera para la incorporación al sistema educativo y, también, recordar que la mayoría de estos docentes están actualmente en las listas docentes, por lo que podrían seguir su carrera profesional por el mismo camino que todas las demás, consiguiendo contratos y méritos por la vía común y de modo transparente.

La última y nefasta sorpresa ha sido conocer que Geroa Bai ha mostrado su disposición para apoyar este sinsentido de propuesta, con el argumento de que en la situación actual hay que proteger al profesorado de religión. Estos mismos a menudo se llenan la boca diciendo que, en su opinión, la religión debería estar fuera de la escuela, pero luego salen con estas… difícil de entender y de explicar.

Desde STEILAS, además de denunciar todo lo anterior, seguiremos luchando por la Escuela Pública laica que hemos defendido siempre, exigiendo con firmeza que no se financie el adoctrinamiento religioso con dinero público.

¡Religión fuera de la escuela!
¡No a completar el horario de los docentes de religión con otras materias!