Tal y como hemos explicado en la rueda de prensa que hemos ofrecido hoy, hemos recurrido la normativa elaborada por el Gobierno de Navarra. La lucha por la estabilidad del profesorado nos afecta a todos/as.

La directiva europea 1999/70, aprobada hace más de 23 años y que no se “traspuso” a la legislación estatal hasta 2021, dispone claramente que no se puede contratar temporalmente en una administración pública durante más de tres años. El Congreso español aprobó una ley de reducción de la temporalidad, que en lugar de estabilizar a las personas abusadas, estabilizaba determinado número de plazas. A esto siguió la modificación del Real Decreto que regula el ingreso en los cuerpos docentes, que permite el concurso de méritos y las oposiciones con pruebas no eliminatorias. Pero esta pésima normativa y la interpretación cercenadora realizada por el Gobierno de Navarra, ni estabilizan a la mayoría del personal interino, ni reduce la abrumadora interinidad.

Por si esto fuera poco, el Departamento ha rescatado el proyecto de modificación de la normativa estatal de ingreso en los cuerpos docentes, que permitía a las autonomías exigir una titulación en lengua extranjera como requisito para las oposiciones. Por este motivo, se ha sacado de la manga la Ley Foral 11/2022 por la que, para las oposiciones de los puestos docentes que imponga el ejecutivo, exigirá un nivel C1 de inglés (de momento) como requisito para poder presentarse a las pruebas. Mediante esta ley se produciría un ERE encubierto para cientos de docentes con décadas de experiencia y la falta de reconocimiento de la valía profesional y personal del profesorado que, con una edad media de 50 años, y en su mayoría mujeres, puede ser despedido con una ridícula indemnización y con un elevado riesgo de exclusión social.

Además, lejos de atajar el 54% de interinidad que arrastra la educación pública en Navarra, el Departamento de Gimeno fija a un ridículo 4,2% del personal interino, que devendrá cautivo en esta comunidad y en un programa como el PAI, caracterizado por sus deficiencias metodológicas y su caos organizativo. Se generará así una multiplicidad de listas por especialidad, se dificultará aún más la gestión de personal, pasando de 2 hasta 6 listas por especialidad: castellano, inglés-caste- llano, euskera, inglés-euskera, alemán-castellano y francés-castellano, con prioridad de contrata- ción para las nuevas listas.

La desestabilización docente se ve incrementada en Navarra por la gestión de las listas de contratación unidas a las oposiciones. Normalmente se convocan muy pocas plazas, y la mayor parte del personal se ve obligado a participar, no para obtener una plaza de funcionaria, sino para posicionarse en las listas a fin de poder seguir trabajando.

Ante esta situación, la ausencia absoluta de negociación en la mesa sectorial de educación y una política de hechos consumados, STEILAS ha tenido que acudir a los tribunales para reconducir este proceso. Por otra parte, seguiremos movilizándonos por la estabilidad en el empleo de todo el personal interino. Esta cuestión atañe al conjunto de la comunidad educativa, ya que la inestabilidad docente impacta gravemente en la calidad educativa, facilita el despido del profesorado en época de recortes, y carga al resto de docentes de mucho más trabajo.

Aquí el informe que hemos realizado acerca de la estabilización del profesorado de Navarra: (Des)estabilización docente en Navarra