A pesar de que al Departamento de Educación se le llena la boca con palabras como inclusión, es sabido que a menudo deja al alumnado con necesidades educativas especiales sin recursos suficientes e incluso sin ellos, vulnerando la inclusión, el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades.

A menudo hemos denunciado que los criterios de asignación de recursos al alumnado con necesidades educativas especiales no son adecuados; siempre se concretan a la baja y no se ajustan a la realidad. Ejemplos claros de ello son la sobrecarga de trabajo de las hezitzailes de educación especial, el alto número de puestos a media jornada o dejar al alumnado sordo sin recursos para el periodo de prácticas en los ciclos formativos, entre otros.

En esta ocasión, el Departamento de Educación ha dejado a una alumna de formación profesional con parálisis cerebral y un 87% de discapacidad sin la ayuda que necesita, asignándole una hezitzaile a media jornada, bajo el pretexto de poder desarrollar su autonomía. Tanto la familia como la propia escuela han realizado numerosos intentos para ampliar la ayuda que se le ha adjudicado, pero la respuesta es clara; lo adjudicado es adecuado.

Es inaceptable la discriminación que sufren los alumnos con necesidades educativas especiales. Si queremos garantizar una verdadera inclusión, el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades, es imprescindible replantear los criterios de asignación de recursos y asignar los recursos necesarios en todos los niveles educativos, incluida la formación profesional.

Desde STEILAS denunciamos duramente la discriminación hacia el alumnado con necesidades educativas especiales, la gestión ineficaz de los recursos y la falta de respuesta tanto a los centros como a las familias.