Desde este pasado sábado estamos viviendo una escalada de la violencia en territorio palestino, que ya estaba inmerso en un estado de guerra constante. La declaración de guerra total contra Palestina por parte del Estado Sionista de Israel, está suponiendo la destrucción total de Gaza, incontables crímenes de guerra, asesinatos de trabajadoras y trabajadores palestinos, también en territorio israelí, y un sinfín de violaciones de lesa humanidad.
La espiral de violencia no es algo nuevo en Palestina y es una constante en los últimos 75 años, debido a la colonización de su territorio y la imposición hacia su población de un sistema de apartheid. Las cifras hablan por sí solas: 5’0 millones de palestinos y palestinas refugiadas condenadas a condiciones de vida inhumanas y al exilio, más de 5.000 presas y presos políticos, de los cuales cientos son niños y niñas, más de 16 años de bloqueo y constantes bombardeos sobre Gaza, que es de facto el campo de concentración a cielo abierto más grande del mundo, checkpoints inhumanos, y precarización absoluta de las condiciones laborales y explotación de la clase trabajadora palestina, confiscación de tierras palestinas, razzias diarias en hogares palestinos, violaciones sistemáticas a mujeres, abusos a niñas y niños, y la humillación constante de todo un pueblo. Esta es la realidad que genera el caldo de cultivo para que la espiral de violencia no haga sino crecer.
Palestina necesita de nuestra solidaridad, pero sobre todo necesita soluciones. No podemos dejar sola a Palestina. El pueblo palestino tiene derecho a soñar, a decidir su futuro, a ser libre y a vivir con dignidad. Por eso, es urgente encontrar soluciones a un conflicto que dura ya demasiado tiempo. En este sentido, es necesario que las vías diplomáticas que se puedan abrir, y encuentren una primera solución para detener el genocidio del pueblo palestino y la liberación de las personas secuestradas.
Es por ello es que, los sindicatos exigimos a Israel que ponga fin a su estrategia de exterminio y a la ocupación del territorio palestino. Partiendo de esta condición, pedimos que se active una negociación y un diálogo bajo el amparo de la comunidad internacional basado en el respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas, para que en el futuro cercano se formalice una solución integral que garantice la paz y la estabilidad en la región, y se reconozca la legitimidad de Palestina a crear un estado propio que garantice el derecho a la vida del pueblo palestino.
Es necesario que se ponga fin a esta brutalidad y es por ello que pedimos que se acabe con la complicidad con quien viola los derechos humanos. Pedimos a la clase trabajadora a que se activen todas las medidas de presión para conseguir que Israel respete las resoluciones de las Naciones Unidas y se pueda llegar a un escenario de paz y estabilidad en la región.
Además, exigimos a las instituciones que dejen de ser cómplices del apartheid, de los crímenes de lesa humanidad y del genocidio que sufre el pueblo palestino.
Para acabar, los sindicatos firmantes de este manifiesto hacemos un llamamiento a la clase trabajadora a que respalde las movilizaciones que hemos convocado para este jueves 19 de octubre a las 12:30 en la Plaza del ayuntamiento de Iruñea/Pamplona y a las 12 en la Plaza Elíptica de Bilbao, y a las que se puedan convocar bajo estos parámetros y en apoyo al pueblo palestino en los próximos días.
Convocan: CCOO Euskadi, CCOO Navarra, LKN-CGT Euskadi, EHNE, ESK, Etxalde, HIRU, LAB y STEILAS
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