Los sindicatos convocantes de la huelga en la Educación Pública para el próximo 30 de enero, STEILAS, LAB, CCOO y ELA, queremos denunciar una vez más la actitud del Departamento de Educación, que sigue cerrada a la negociación.

En las dos huelgas que se han llevado a cabo este curso y en la tercera que tendrá lugar en enero nunca ha habido ninguna solicitud de un nuevo pacto. Hemos reivindicado y hemos querido negociar la mejora de las condiciones laborales del profesorado y de la calidad de la educación pública. La firma de un nuevo pacto educativo es un proceso que requiere otras reflexiones y no es algo que se pueda concluir en dos meses.

De ninguna manera aceptaremos la vía tomada por el Departamento, donde se utiliza el pacto como herramienta para desviar la atención. Tomar medidas que puedan mejorar las condiciones del profesorado para el próximo curso puede ser factible si hubiera voluntad real para ello. Los sindicatos siempre hemos estado dispuestos a hablar, pero no vamos a permitir ningún chantaje en los procedimientos ni en los contenidos. La mayoría sindical aquí presente hemos comunicado que no aceptamos la fecha límite del 14 de abril para firmar ese pacto. Así mismo, algún otro sindicato también lo ha cuestionado.

El consejero Gimeno ha asegurado que el acuerdo, firmado en noviembre en minoría con tres sindicatos, está totalmente cerrado, que no hay margen de mejora más allá de lo recogido en el acuerdo. Entonces, ¿para qué sentarse a firmar un posible pacto que no suponga mejoras? No formaremos parte de una herramienta cosmética para lavar la imagen del Departamento de Educación. Por eso precisamente le hemos pedido que convoque el Comité de Huelga, que es la comisión negociadora, donde tendrá que negociar con la mayoría sindical si realmente quiere que desconvoquemos la huelga.

Según el consejero, el Departamento no ha convocado el comité de huelga, cuestión básica, desde los años noventa. Pero la realidad es que los cuatro sindicatos hoy presentes y un quinto, estuvimos sentados en esa comisión el 17 de marzo de 2023, a las puertas de la huelga del 3 de abril, con Gimeno ya al frente. Señal de la escasa memoria histórica del señor consejero o, quizá, de la poca importancia que da a la negociación con los sindicatos, ya que no estuvo presente en aquella reunión. Al igual que ayer, que tampoco estuvo en la Mesa Sectorial.

Dado que el Departamento da por bueno un acuerdo de noviembre totalmente antidemocrático, también sería posible imponer un pacto que pudiera suscribir únicamente con la minoría de representación del profesorado.

Por tanto, tras la mesa sectorial mantenida ayer, seguimos adelante con la huelga del 30 de enero, porque en vez de ver avances, vemos que la falta de voluntad negociadora de este Departamento se perpetúa. La movilización es imprescindible y seguiremos luchando por la educación pública por encima de cualquier estrategia mediática y de intento de confusión.