El profesorado de la educación pública tenemos la necesidad y el derecho de actualizar y mejorar el acuerdo laboral no renovado en quince años. Para ello deberíamos estar inmersos en una negociación real, pero la realidad es lamentable. En una negociación, para que todas las partes se pongan de acuerdo, la confianza y la generosidad deben ser fundamentales para llegar a un objetivo determinado. En este caso, la actitud del Departamento de Educación no ayuda a alcanzar el objetivo: incumplen lo que dicen, las propuestas que envían son parciales, además las envían tarde y lo que ofrecen es ofensivo para toda persona que quiera que la Escuela Pública Vasca sea un referente.
En enero varios colectivos de la Educación Pública pusimos en marcha dinámicas de movilización con una amplia mayoría de los sindicatos. Todos los colectivos juntos, cada uno con su espacio propio: profesorado, educadoras y trabajadoras del consorcio haurreskolak, y el colectivo de cocina-limpieza. Cada colectivo ha tenido su recorrido, y hoy por hoy el conflicto laboral del profesorado es el único que queda por resolver.
En el sector del profesorado los sindicatos hemos tenido diferentes contactos con el Departamento de Educación. STEILAS, LAB, ELA y CCOO llevamos a cabo convocatorias de huelga en enero y febrero, con el objetivo de solucionar el conflicto laboral, porque es evidente que las huelgas son la única herramienta que moviliza a la administración. Gracias a estas huelgas, la negociación ha tomado cierto movimiento que no ha existido en los últimos quince años. Podríamos decir que el punto de partida para la negociación fue lo que ofrecieron el 25 de marzo, aunque de madrugada el Departamento de Educación se retractó, suspendiendo unilateralmente la negociación. A las multitudinarias huelgas de enero y febrero, en marzo hay que sumarle otras cinco exitosas jornadas de huelga, y además, los miembros de la comunidad educativa han ofrecido un amplio apoyo a nuestras reivindicaciones, y sin embargo, y en contra de todo esto, el Departamento de Educación está tensando hasta la angustia la deriva de la mesa negociadora.
La última propuesta realizada por el Departamento de Educación está repleta de carencias en todos los bloques de la negociación: retrocesos en el plan de rejuvenecimiento, una subida salarial ínfima condicionada, escasez de recursos en todos los ámbitos… en general, ¡Lamentable!
El sindicato STEILAS asume con responsabilidad la negociación del acuerdo laboral del profesorado de Educación Pública, ya que así lo exige la propia situación. Aunque estamos actuando con generosidad y confianza, el Departamento de Educación, sin tomar en serio al sindicato que es la primera fuerza en el sector, tenemos la percepción de que nos está ninguneando.
Esta negociación nos da motivos para el llanto. La rabia y el no poder avanzar dan paso al lloro, pero por otro lado, esas lágrimas alimentan el afán y la fuerza de llevar a cabo nuevas dinámicas de lucha: en mayo hemos convocado al profesorado a una huelga de una semana. El sindicato STEILAS está claramente dispuesto a negociar, pero también a luchar. Tenemos claro que el profesorado de la Escuela Pública Vasca necesitamos un acuerdo laboral nuevo y actualizado. Los sindicatos tenemos reivindicaciones concretas, por eso, lo que le falta al departamento de educación es una voluntad real de dignificar la Escuela Pública Vasca. Pedimos al Departamento de Educación que adopte medidas para superar el conflicto laboral.
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