La nueva orden de los servicios mínimos deja sin derecho a huelga a miles de trabajadores y trabajadoras. Los convocantes estudian solicitar en el juzgado medidas cautelares para ejercer el derecho de huelga.

El Gobierno Vasco y el Gobierno del Estado han dado a conocer la orden de servicios mínimos en vísperas de la huelga del 12 de marzo. Los servicios mínimos impuestos, una vez más, no han sido
negociados con los convocantes. Al igual que en anteriores convocatorias, dejarán a miles de trabajadores públicos sin poder ejercer el derecho a la huelga básica.

En un momento en el que el declive de los servicios públicos es patente, como también lo es la escasez de personal o la falta de sustituciones, parece que estos factores cobran una importancia
repentina cuando llega una jornada de huelga. Cabe recordar, además, que estando ante una única jornada de huelga, debería garantizarse exclusivamente aquello que resulte absolutamente
esencial. Sin embargo, una vez más, se pretende obstaculizar el ejercicio del derecho a la huelga con el único objetivo de minimizar su impacto y dar apariencia de normalidad en los centros de
trabajo.

A la vista del contenido de las Ordenes , es evidente que apuestan por perpetuar y aumentar unos servicios mínimos superiores a los que establecía antes de la pandemia. La crisis sanitaria supuso
la excusa perfecta para aumentar exponencialmente los servicios mínimos. Como ejemplo:

• En Osakidetza: en Atención Primaria se venían estableciendo los mínimos de un festivo, mientras que ahora se imponen los de un sábado.
• En Educación: En la educación pública no universitaria se imponía la presencia de una persona del equipo directivo y otra para el control de acceso, mientras que en la Orden dictada tiene que haber, además de este personal, un profesor/a por cada etapa educativa, a lo que se le añade una persona más por cada 100 alumnos/as en Educación Infantil y Educación Primaria.
• Además en la educación especial, a las educadoras han impuesto unos servicios mínimos que en la practica dejan al colectivo sin derecho a la huelga. Ante esto los sindicatos estamos estudiando pedir medidas cautelarisímas para garantizar el derecho de huelga a este colectivo.

Por otro lado, en los últimos días se están celebrando cientos de asambleas en los centros de trabajo. En ellas, las plantillas muestran su sorpresa e indignación y no entienden como tras dos
jornadas de huelga y estando a puertas de la tercera, las instituciones no muestren ninguna voluntad de reforzar el sector público y mejorar las condiciones laborales de las personas que los llevan a cabo. Aunque esto sea así, en las comarcas donde hay cultura de votar el apoyo o no a la huelga (ayuntamientos, escuelas, etc.), el voto a favor está ganando terreno en todas las votaciones realizadas. En consecuencia, los sindicatos confían en que el seguimiento de la huelga del 12 de marzo sea amplio.

Además de lo expuesto, los sindicatos quieren denunciar la manipulación que hacen las instituciones a la hora de dar los datos de seguimiento de la huelga. Esto es especialmente grave en el caso de Osakidetza. Como hemos manifestado, los servicios mínimos establecidos dejan sin derecho a huelga a miles de trabajadores y trabajadoras.