Hoy se ha aprobado en el Parlamento de Navarra la ley del PAI. Antes de llegar a esta ley, el Departamento de Educación ha intentado cubrir plazas de perfil de inglés con diferentes artimañas: realizar entresacas en las listas de contratación con quienes tenían titulación de inglés, para crear listas en los actos de adjudicación que no estaban en la normativa y obligar al personal a ocupar un puesto de inglés o convocar una oposición de especialistas en inglés para que posteriormente este profesorado especialista ejerciera de personal tutor.

Asimismo, muchos de los que se han funcionarizado en los últimos años han conseguido un destino definitivo en un puesto de inglés, pero cuando han tenido la oportunidad, se han trasladado a otro sin perfil. Por ello, entre otros causas, es tan alta la tasa de interinidad en los centros con PAI.

El Departamento de Educación de Navarra ha intentado modificar la normativa estatal en las oposiciones para tener perfil de lengua extranjera, pero ha sido en vano. Por eso se les ha ocurrido la vía más peligrosa e injusta, redactar una ley foral para la funcionarización y contratación del profesorado, con graves inseguridades: la “oficialidad” que supone exigir un perfil de lengua extranjera, cuando las lenguas extranjeras no son oficiales y la creación de dos tipos de profesorado con iguales funciones y derechos laborales diferentes.

El personal funcionarizado con la nueva ley restará por siempre en un destino con perfil de inglés y participará únicamente en los concursos de traslados limitados a ciertos destinos de Navarra. Nunca conseguirán ser funcionarios de ámbito estatal. Del mismo modo, se crearán nuevas listas de contratación, que tendrán prioridad para realizar contrataciones con perfil de inglés. En cualquier caso, la intención es que el perfil de inglés se extienda mucho más en los próximos cursos y que el modelo D se convierta, en la medida de lo posible, en PAI-D.

Esta ley ha sido tramitada tan tarde deliberadamente, para evitar la negociación con los sindicatos y para no abordar el problema de la interinidad en su totalidad. Los objetivos que prevé la ley de reducción de la interinidad no se van a cumplir en la Educación Pública de Navarra, no es sino un gran fraude. El único objetivo es disponer de un instrumento jurídico para modificar las plantillas y despedir al profesorado que no le interese al Departamento.

Ante esta situación tan grave, ¿mantendrán los partidos “progesistas” el gobierno que lleva a cabo las políticas de Navarra Suma?