El 19 de septiembre, Josu Erkoreka Gervasio, hace pública una nueva partida de 24,6 millones de euros destinada a financiar las escuelas de primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años) de titularidad privada. Estamos frente a la mayor estafa cometida por el PNV en lo que respecta a la privatización del derecho a la educación. Se está regalando dinero público a empresas privadas, sin activar ningún mecanismo de control sobre la actividad educativa que se desarrolla en estos centros educativos. Esta ayuda se concede curso tras curso y está derivando en un proceso privatizador salvaje.

Estos centros, muchos de ellos parte de la red concertada (Kristau Eskola e Ikastolas Concertadas), realizan procesos de matriculación fraudulentos restringiendo la entrada a sus centros a familias y alumnado que no practican su religión o pertenecen a clase sociales que no son de su agrado. Es la base sobre la que se construye un sistema educativo segregador que acaba reflejándose en el día día de la sociedad vasca.

Mientras, en las Escuelas Infantiles dependientes directamente del Gobierno Vasco (Haurreskolak Partzuergoa) las familias deben de asumir el pago de cuotas superiores ,en muchos caso, a las de privada-concertada y esta es una de las causas por las que la matriculación ha descendido en torno a un 20% en los últimos 5 años, hasta 1.300 alumnos/as menos y 132 educadoras menos. Con esas subvenciones podríamos revertir los recortes de los últimos cursos y avanzar para llegar al que debería ser el objetivo principal: el derecho a la educación pública y gratuita desde el inicio de la escolarización.

El modelo educativo que promueve el PNV prioriza la escuela privada-concertada acarreando graves consecuencias para la cohesión social. Por todo ello, STEILAS hace un llamamiento a la comunidad educativa y a la sociedad en general para que participen en las movilizaciones convocadas para los próximos meses. Debemos defender el derecho a la educación en igualdad de oportunidades frente a las constantes agresiones a la educación pública, y es que también está en juego el futuro de las Haurreskolas públicas.