Desde que empezó esta crisis sanitaria, los gobiernos de la CAV y Nafarroa llevan demandando a la ciudadanía que se esfuerce, que sea precavida, que no deje de producir y trabajar presencialmente, y también desde casa, en jornadas sin tregua, especialmente para las mujeres. Pero cuando les hemos solicitado más personal, recursos materiales, material sanitario y medidas consensuadas para poder realizar una vuelta a las aulas de forma segura, nos han tildado de alarmistas y han pregonado a los cuatro vientos que todo transcurría con absoluta normalidad en los centros educativos.

El estado de alarma vuelve a estar aquí, vuelve a limitarse más la movilidad en Euskal Herria y el derecho a manifestarse pende de un hilo. Mientras tanto, en muchos centros escolares sigue sin llegar el material EPI, las mascarillas FFP2 y el personal de los centros educativos sigue sin tener derecho a hacerse test PCR cuando hay un caso positivo en el aula.

Esperamos que ambos gobiernos tengan algo más que aplausos y restricciones para aportar a esta crisis, o incluso sonrisas, como pedía el nuevo consejero de educación de la CAV. De momento, solamente vemos que se ponen medallas cuando los números juegan a su favor, pero responsabilizan a la ciudadanía cuando las cosas empeoran.

Por todo ello, STEILAS considera inaceptable esta política de exigir responsabilidad a la ciudadanía mientras limita sus derechos. No se implementan recursos materiales ni humanos para evitar que la situación empeore. De esta crisis no saldremos apelando solamente a la responsabilidad ciudadana, necesitamos gobiernos que garanticen servicios públicos de calidad y que se responsabilicen del bienestar de todas las personas.