La huelga del personal docente e investigador de la UPV/EHU ha sido un éxito. El personal docente e investigador llamado a la huelga la ha respaldado masivamente.

En todos los campus de la UPV la huelga ha tenido un seguimiento muy amplio. En la mayoría de los centros la mayoría de las clases han sido suspendidas. Los centros han estado abiertos (Técnicos y Personal de Gestión y de Administración y Servicios una cuarta parte de la plantilla, no estaban convocados a la huelga), pero la actividad académica ha sido muy escasa, si bien la dirección de la UPV/EHU ha tratado de infravalorar el seguimiento de la huelga, son muy parciales en base a cifras nada reales. El propio Consejo de Estudiantes de la UPV/EHU convocó a un receso académico para el 11 de octubre, ya que los problemas, la precarización y el empeoramiento de las condiciones de trabajo que sufrimos los trabajadores de la UPV/EHU tienen una consecuencia directa en el alumnado, como la situación generada con los profesores sustitutos. De hecho, la calidad de la enseñanza queda seriamente dañada.

La cobertura de bajas y permisos docentes a través de profesores a tiempo parcial contratados por 800 euros ha sido el detonante para convocar la huelga, pero no el único desencadenante. En los últimos años, en muchos ámbitos, hemos sufrido el empeoramiento de las condiciones para el personal docente investigador de la UPV/EHU: aumento de la carga de trabajo, negación de sexenios de investigación a personal docente investigador temporal, denegación de quinquenios docentes a tiempo parcial, gran inestabilidad de la plantilla, eliminación de investigadores, cierre de campus unilaterales, aumento de la burocracia… Estas medidas han sido implementadas por la dirección de la UPV desde la unilateralidad, rehuyendo la negociación con los sindicatos que representan a los trabajadores.

A ello hay que añadir las siguientes situaciones en las que el Gobierno Vasco tiene una responsabilidad evidente: pérdida acumulada de poder adquisitivo a lo largo de los años, congelación de complementos desde 2006, creación y mantenimiento del Decreto 41/2008 por el que se establecen salarios de miseria para el personal docente sustituto a tiempo parcial, o que los salarios básicos del personal docente investigador universitario sean inferiores a los de la educación no universitaria (aunque sea necesario ser doctor para acceder a un puesto permanente en la universidad). Asimismo, la financiación destinada a la UPV es absolutamente insuficiente. En 2022 representó el 0,4% del PDI vasco, una cifra inferior a la de hace una década y muy alejada del 1% del PDI que la propia ley USLO plantea como objetivo para 2030. Por ello, además de parar los campus, nos hemos concentrado ante las delegaciones de Educación del Gobierno Vasco.

A través de esta huelga, que ha dejado en lo más mínimo la actividad académica de la UPV/EHU, los docentes investigadores de la UPV/EHU hemos dejado claro a la dirección de la UPV/EHU que tiene que cambiar de rumbo, aparcar la unilateralidad y parar las medidas contra su personal. Aunque insistan en la excelencia, fascinados por el ranking de Shanghai, con una plantilla sin condiciones laborales dignas no se puede desarrollar una universidad de calidad.

También le hemos dicho claramente al Gobierno Vasco que al intentar debilitar la universidad pública nos tendrá enfrente y que debe destinar recursos suficientes para la UPV, así como dignificar los salarios de sus trabajadores.

Seguiremos luchando por otro modelo de universidad, al servicio de la sociedad vasca y donde las condiciones laborales de los trabajadores sean dignas. Y para ello, para dar continuidad a la jornada de hoy, los sindicatos convocantes convocamos a todos los trabajadores de la UPV a la jornada de huelga del próximo 25 de octubre en el sector público.