Aunque empezar nuevas etapas, fases, ciclos…, en general, suelen suponer ilusión, novedad y ganas de emprender, parece ser que esto no ocurre en el Departamento de Educación. Hemos comenzado un nuevo curso y aquí todo sigue igual. Una vez más, Lan-legepeko irakasle eta hezitzaileak seguimos estando en el mismo plano de siempre.

A pesar de que hayamos pasado unos 16 años sin tener la oportunidad de participar en una OPE en el sector y tener una tasa de interinidad superior al 75% (de un 100% en el colectivo de las Intérpretes de Lengua de Signos) parece que no es ni necesario ni urgente. Lo nuestro, no importa.

Aunque la convocatoria de nuestro sector se publicó un día más tarde que la convocatoria de Secundaria, Música y Artes Escénicas, Artes Plásticas y Diseño y Maestras y Maestros, y un día antes que la convocatoria del personal del Consorcio Haurreskolak, todos fluyen menos el nuestro.

En el Consorcio Haurreskolak ya se han estabilizado y se han realizado los nombramientos. Es decir, el proceso ya ha finalizado. En cuanto a las docentes, las del concurso de méritos ya están realizando las revisiones médicas para ser nombradas y las del concurso-oposición ya han realizado los exámenes y pronto sabrán si se estabilizan o no. Y en nuestro sector…

Desde el 29 de diciembre del 2022 no hemos hecho nada más que dar nuestro nombre en el proceso. Pero tarnquilas, que a finales de octubre se van a publicar las listas definitivas del personal admitido y excluido en el proceso. Pues, hoy es… 2 de noviembre y seguimos en las mismas.

En un segundo plano, totalmente.

A pesar de que nuestro convenio no se haya renovado en 20 años, que se dice fácil, aquí tambien jugamos en segunda. Las docentes ya tienen una propuesta sobre la mesa a la que han hecho alegaciones. Del nuestro no se sabe nada.

¿A qué está jugando la Administración?

Fácil de entender, tratando de vender meras intenciones y llegar a acuerdos parciales sobre algunas cuestiones que le parecen interesantes.