Son numerosos los comunicados publicados por los sindicatos en los últimos días. Incluso con el riesgo de ser repetitivos, STEILAS quiere dejar clara su postura sobre los conflictos que estamos viviendo estos días.

Vivimos tiempos difíciles para la clase trabajadora en la UPV/EHU y, en general, en el mercado laboral; de nuevo, se nos están pidiendo esfuerzos extras a los y las trabajadoras. Es evidente que la inflación y el encarecimiento de los precios requiere que nuestros salarios crezcan en función del IPC. Sin embargo, en estos tres años, al menos en el caso de la función pública, fruto de lo pactado entre Gobierno y sindicatos del Estado esto no va a ocurrir. En la CAV no se ha firmado tal pacto entre el Gobierno Vasco y la mayoría sindical, sin embargo, el Gobierno Vasco ha declarado que no se moverá de lo acordado en el Estado. A pesar de obtener la recaudación fiscal más alta de la historia, el Gobierno Vasco se ha decantado rápidamente por medidas restrictivas de los servicios públicos y de los trabajadores y trabajadoras, no así de las empresas y negocios privados, como lo demuestra el apoyo a la universidad privada EUNEIZ.

La posición de STEILAS ante esto es firme: no podemos permitir recortes salariales, mientras las grandes empresas obtienen enormes beneficios y observamos que los ricos son cada vez más ricos; están debilitando los servicios públicos que protegen al conjunto de la población y en particular a las capas más desfavorecidas.

El Rectorado de la UPV/EHU también se ha decantado a favor de adoptar ciertas medidas restrictivas. Primero, anulando el acuerdo sobre jubilaciones que hemos tenido en vigor en la última década. Argumentan que algunas de las medidas recogidas en el acuerdo (jubilaciones anticipadas voluntarias, indemnizaciones) ya no son legales o aplicables como consecuencia de las resoluciones judiciales dictadas en los últimos años. Y, en todo caso, que el coste de aquellas medidas -incluidas las reducciones de créditos docentes y horas de trabajo- es excesivo debido a la situación económica de la Universidad. Es más, también consideran el acuerdo un privilegio en lugar de un derecho con el objetivo de abrir una falsa y peligrosa discusión entre los trabajadores y trabajadoras.

STEILAS considera que las medidas recogidas en el acuerdo de jubilación son derechos del PAS y del PDI, conseguidos mediante la lucha y la negociación y consolidados con el propósito de mejorar nuestras condiciones de vida. Cualquier paso atrás es contrario a nuestros derechos y no beneficia a nadie. Al contrario, va en contra de los y las jóvenes que quieren estabilizar su puesto de trabajo, porque el retraso en las jubilaciones hará que se creen menos nuevos puestos de trabajo en los próximos años. Y tampoco beneficia a la Universidad, que tendrá que seguirtrabajando con una plantilla más envejecida y cara (por categorías laborales y complementos).

En cualquier caso, los sindicatos nunca nos hemos opuesto a negociar el acuerdo, somos conscientes que un nuevo acuerdo no se alcanza de un día para otro. Hace falta tiempo, trabajo y voluntad, sin embargo, por parte del rectorado hemos encontrado falta de voluntad negociadora. Tres reuniones en un mes, con propuestas totalmente cerradas y poca voluntad de negociar. Así, descartando la vía de la negociación colectiva, su intención es aprobar en Consejo de Gobierno de mañana la nueva normativa de jubilaciones. La normativa, no el acuerdo. Resolución, no pacto. Y eso, los sindicatos, no nos lo podemos permitir.

Desafortunadamente, esta actitud de no negociar y acordar las medidas relativas a las condiciones y derechos laborales no es nueva ni se limita exclusivamente al ámbito de las jubilaciones. No nos tuvieron en cuenta a la hora de organizar el trabajo en tiempos de pandemia ni a la hora de regresar después al trabajo presencial. Dadas las penosas circunstancias, los sindicatos ofrecimos colaboración al rectorado, al menos en el caso de STEILAS. A día de hoy, seguimos ofreciendo nuestra colaboración en lo concerniente a las medidas extraordinarias relativas a la emergencia climática. No obstante, el Rectorado parece haber tomado la costumbre de decidir unilateralmente sin contar con la parte social. Así ocurrió a la hora de resolver los cierres de los centros de verano y lo mismo ha ocurrido ahora con las medidas que tiene previsto implementar en época navideña. Es más, los trabajadores y trabajadoras han conocido las medidas a través de los medios de comunicación antes que desde la comunicación interna de la UPV/EHU.

Si bien es cierto que ha habido procesos de negociación sobre cuestiones como los salarios de los y las investigadoras o la oferta de Empleo Público en materia de PAS, ello no justifica que el Rectorado no negocie con los sindicatos en otros ámbitos. Debemos fomentar un clima de confianza y lealtad entre ambas partes para seguir negociando. Actualmente, ese ambiente está enrarecido y no vemos escasa posibilidad de negociar las cosas como es debido. Por esta razón, la mayoría de los sindicatos, conscientes de que nuestras visiones son muy diferentes, hemos tomado la decisión de levantarnos de la mesa de negociación y hacer un llamamiento a la movilización de los y las trabajadoras, reivindicando la negociación colectiva y la defensa de nuestros derechos.

STEILAS seguirá trabajando por el debate, la negociación, el acuerdo y tratará de establecer las condiciones objetivas necesarias. No ayudan en este empeño precisamente las estrategias de descalificación, ni a un lado ni a otro. Una cosa es la crítica política, ideológica o sindical. La otra, muy diferente, y que no conduce a ninguna parte, es la descalificación barata.

STEILAS UPV/EHU