STEILAS muestra su desacuerdo ante la deriva que están adoptando las políticas institucionales dirigidas a desarrollar en Bilbao nuevos proyectos de formación superior y de desarrollo tecnológico, especialmente los que se están planificando para el entorno de Zorrotzaurre. Nos preocupa el modelo de enseñanza e investigación que se está promoviendo, basado casi exclusivamente en la iniciativa privada. Y nos inquieta la subordinación, nuevamente, del desarrollo de la ciudad a objetivos de rentabilidad económica. Todo ello, con una importante inyección de recursos públicos (edificios, terrenos, dinero,…), recursos de todos y todas cuya gestión y beneficios recaerán, si no se corrige esta trayectoria, en manos privadas.

Resulta sorprendente el olvido y la marginación de la Universidad pública, de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, en todo este proyecto, cuando la Universidad pública ha sido, y es, con diferencia, el principal agente formativo e investigador de este país, a cuyo desarrollo científico y cultural ha contribuido de forma fundamental, garantizando, además, que nadie encuentre obstáculos derivados de su origen socioeconómico para cursar estudios universitarios. Sin embargo, los proyectos de Bilbao Ciudad Universitaria y de la denominada “Isla del conocimiento y del talento” se están fraguando casi en su totalidad en torno a Universidades privadas.

Digipen, Kunsthal, Mondragon Unibertsitatea, Universidad de Deusto, Universidad de Navarra o Universidad de Cambridge son algunas de las Universidades que abrirán sede o ampliarán sus instalaciones en Bilbao al calor del apoyo público del Ayuntamiento, de la Diputación Foral y del Gobierno Vasco, mientras la UPV/EHU ha visto cómo se ha ido retrasando y reduciendo la nueva Facultad de Medicina de Basurto, una infraestructura totalmente necesaria para el mantenimiento de la calidad de una oferta pública, que se desarrolla en la actualidad en unas instalaciones muy deterioradas por su antigüedad. Un ejemplo claro de una política ya ensayada en otros lugares en los que se ha promovido la privatización a través del abandono y dejación de las servicios públicos.

Todo ello se hace, además, sin tener en cuenta el desarrollo urbano de los nuevos espacios y sus necesidades sociales y educativas. Hoy por hoy en Zorrozaurre sólo hay planificado un centro público vinculado a la “investigación e innovación aplicada“ a la Formación Profesional pero no hay ningún proyecto de enseñanza infantil, ni de primaria, ni secundaria, ni de servicios sociales básicos y necesarios en cualquier barrio.

Pensamos que otras políticas son posibles. Sin ir muy lejos, ciudades cercanas como Burdeos han desarrollado importantes políticas de atracción de estudiantes, jóvenes y nuevas actividades económicas, pero bajo parámetros eminentemente públicos, concibiendo la Universidad pública como eje de todo el proyecto. Sin embargo, en el “Manhattan del Conocimiento vasco” en Zorrozaurre no hay lugar para lo público. Y si a la Educación Superior sólo se puede acceder pagando cantidades imposibles para la mayoría social hablamos de elitismo, de un proceso de conversión de un derecho de toda la ciudadanía en un privilegio para unos pocos.

Debemos garantizar el acceso a una universidad pública, fuerte, respaldada por las instituciones y que democratice la ciencia y el conocimiento. El proyecto de ciudad universitaria en cuyo desarrollo y expansión prácticamente se excluye a la universidad pública muestra la deriva hacia la privatización de la enseñanza y del conocimiento, una enseñanza desconectada de la ciudadanía y centrada en intereses mercantiles y particulares.

Por todo esto, en STEILAS estamos trabajando por constituir una plataforma plural con todos aquellos agentes sociales, sindicales y educativos que apostamos por una educación pública, inclusiva y de calidad en todas las etapas desde infantil hasta la universidad.

No queremos islas de privilegios ni en nuestra ciudad ni en nuestras políticas públicas. Por una educación superior pública no supeditada a intereses ajenos tanto sean políticos-ideológicos como mercantiles.