El Pacto para la mejora de la calidad de la Enseñanza Pública de Navarra dispone que los ratios serán revisados a lo largo de su vigencia, para reducirlos progresivamente hasta alcanzar los
estándares de calidad educativa. En el acuerdo programático de esta legislatura los partidos se comprometieron a cumplir el mencionado pacto y el consejero Carlos Gimeno reiteró en diversas
ocasiones la necesidad de cumplirlo.

Sin embargo, tras la disminución de los ratios impuestos por los recortes de UPN, nada se ha hecho; es más, debido al COVID-19, en los cursos 2020-21 y 2021-22 el ratio de Educación Infantil ha pasado de 25 a 20, pero este curso ha vuelto a aumentar a 25. Por el contrario, en otras comunidades autónomas se ha optado por reducir los ratios, comenzando en Educación Infantil. Sin ir más lejos, la Red para la Infancia de la Unión Europea recomienda ratios de 20 alumnos en Educación Primaria y Secundaria.

En la mayoría de los centros educativos las aulas son relativamente pequeñas, con ratios máximos es difícil moverse y no son en absoluto adecuadas para trabajar en grupo. Además, como con la matrícula fuera de plazo se pueden superar ratios en un 10%, el problema se intensifica. Por otra parte, la reducción del alumnado en cada clase es una medida preventiva ante las enfermedades infecciosas de transmisión aérea.

Se necesitan ratios más reducidos para llevar a cabo programas de innovación educativa como Hezigarri, detectar todas las dificultades y abordar adecuadamente la diversidad. La reducción de
ratios no sólo es importante para mejorar la docencia, sino que es imprescindible para facilitar la convivencia del alumnado, evitar el acoso, garantizar la inclusión y mejorar la salud mental. Además, el nivel de estrés del profesorado también sería menor.

El Departamento de Educación aduce que los ratios medios son bajos, sabiendo que las escuelas rurales pequeñas bajan mucho esa media, pero eso oculta la dura realidad de algunos centros. El
descenso general de los ratios debe diferenciarse del resto de medidas: en los centros más complejos se requiere una mayor dotación de recursos humanos, pero todo el alumnado tiene derecho a una educación de calidad.

El Gobierno de Navarra se excusa para no cumplir lo pactado en que si se bajaran los ratios habría que crear más grupos de educación privada concertada. Esto no es cierto, ya que en los colegios privados pueden decidir bajar los ratios y quedarse con menos alumnado. En caso de que se necesiten más grupos, se pueden crear en el sistema público.

En los recortes de la época de UPN, para restar importancia al aumento de ratios, afirmaron que a menudo los ratios no tenían nada que ver con la calidad educativa. En enero de 2022 Carlos
Gimeno ha hecho declaraciones en este sentido para no cumplir sus compromisos y los de su gobierno. Por tanto, en caso de incumplimiento de lo pactado, quedará claro que el acuerdo
programático es papel mojado, y que el Gobierno de Navarra no tiene ninguna credibilidad en Educación.