En el curso 2022-2023 todos los sindicatos acordamos una tabla reivindicativa y fuimos a la huelga para forzar la negociación. Pero el hecho de que el Gobierno estuviera en funciones y el Parlamento disuelto en aquel momento, sirvió al Departamento de Educación para no realizar ningún movimiento.
En el presente curso, pasadas las elecciones, no ha habido cambios en el organigrama de Educación y han mantenido a Gimeno al frente del mismo, a pesar de que la mayoría sindical exigimos un
cambio en dicho Departamento. Aunque desde principios de curso hayamos intentado establecer una vía de negociación, no fue hasta el 22 de enero cuando Gimeno acudió a una Mesa Sectorial.
Entonces, mostró una “buena predisposición» a negociar, siempre que se tratara de mejoras que no supusieran un gasto económico.
El consejero nos solicitó que concretáramos detalladamente nuestras peticiones y así completamos una tabla reivindicativa entre todos los sindicatos. En dicha tabla concretamos reivindicaciones que no son nuevas para nadie: recuperación del poder adquisitivo, reducción de la carga de trabajo y bajada de ratios e interinidad, entre otras.
Pasados dos meses, el 22 de marzo, nos convocaron a la siguiente y última Mesa Sectorial. Gimeno no acudió y envió a dos directores generales en su lugar. Una vez más pusieron sobre la mesa la
falta de dinero como excusa y salimos de aquella reunión con las manos vacías. Muchas palabras, otras tantas excusas, y ninguna mejora.
Aducen que no hay dinero para Educación. Nos proponen crear grupos de trabajo para hablar de las reivindicaciones realizadas, en lugar de plantear inversiones para mejorar la calidad. Ya tenemos experiencia en este tipo de grupos de trabajo y no tenemos muchas expectativas, ya que en anteriores ocasiones lo han utilizado como estrategia para retrasar y entorpecer la negociación.
Llevamos casi todo el curso intentando corregir nuestras carencias en educación y parece que el Departamento quiere seguir mirando para otro lado, como si el problema fuera de los sindicatos.
Supuestamente, por el mismo objetivo, por la mejora de la calidad de la educación, estamos trabajando tanto los sindicatos como el Departamento de Educación, pero la realidad es bien distinta.
¿Por qué tanta resistencia a sentarse en una mesa con nosotras y negociar de forma conjunta los problemas que padece la comunidad educativa?
Teniendo en cuenta todo esto, y la actitud apática que muestra el Departamento, los sindicatos aquí presentes vamos a iniciar una dinámica de movilización. De aquí a final de curso seguiremos
celebrando asambleas, pero no únicamente eso, sino también otro tipo de movilizaciones mediante las cuales iremos incrementando la tensión.
Además, de no producirse ninguna mejora, tenemos claro que el próximo inicio de curso no será el habitual y convocaremos varias jornadas de huelga. Estamos cansadas de ser invisibles. Ha
llegado la hora del profesorado.
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