Las y los trabajadores estamos enfadadas y enfadados porque están poniendo en riesgo nuestra SALUD. Las y los trabajadores de los servicios esenciales (sanidad, residencias, ayuda a domicilio, limpieza, transporte público, ambulancias, supermercados…) están trabajando un día sí y otro también sin medidas preventivas que garanticen su salud, por lo que están en permanente riesgo en su puesto de trabajo.

Las y los trabajadores que no trabajan en servicios esenciales, en cambio, están obligadas y obligados a acudir al trabajo porque el Gobierno Vasco, el Gobierno de Nafarroa y las patronales anteponen intereses económicos a su salud. La salud de estas y estos trabajadores tampoco se encuentra garantizada.

Las y los trabajadores estamos enfadadas y enfadados porque están poniendo en riesgo nuestro EMPLEO. Nos hicieron pagar la anterior crisis a las y los trabajadores. Las patronales y los gobiernos también quieren ahora que paguemos la crisis sanitaria. Ya han comenzado los despidos de trabajadoras y trabajadores con contratos temporales y trabajos precarios y ya han tramitado miles de ERTEs sin ningún tipo de negociación, entre otras cosas.

Las y los trabajadores estamos enfadadas y enfadados porque están poniendo en riesgo nuestras CONDICIONES LABORALES. Pagamos cara la anterior crisis, puesto que nuestras condiciones de vida y de trabajo empeoraron y siguen empeorando por completo hasta el día de hoy, a consecuencia de un proceso de precarización que no tiene fin. Quieren aplicarnos ahora la misma receta; ERTEs sin negociación, medidas hechas a la medida de la patronal, empeoramiento de las condiciones de trabajo…

Es necesario poner en primera línea la salud, el empleo y las condiciones de trabajo. Eso es, precisamente, lo que pedimos al Gobierno Vasco, Gobierno de Nafarroa, Confebask y CEN:

-Aplicación de medidas de prevención necesarias y efectivas en los servicios esenciales
-Paralizar toda actividad laboral no esencial
-Garantizar el empleo
-Garantizar las condiciones de trabajo

Para ello, llamamos a las y los trabajadores para que en sus centros de trabajo, cada una y cada uno con las posibilidades y los medios con los que disponga, se movilice en defensa de la salud, el empleo y las condiciones de trabajo.