Recibimos con sorpresa y preocupación el hecho de que LAB haya solicitado al Departamento de Educación la constitución de una mesa sindical para que se puedan negociar los contenidos que previamente han acordado individualmente. Los lugares legítimos de negociación son las mesas sindicales que permanecen sin convocarse hace tiempo y donde se deberían negociar los convenios laborales ya obsoletos en todos los sectores de educación. Un marco donde todos los sindicatos podemos participar de acuerdo a la representación que las y los trabajadores nos han concedido. Si la nueva ley de educación se dirige a perpetuar el sistema dual no tiene sentido unificar la negociación de las dos redes.

Ahora, sin embargo, LAB quiere crear un nuevo espacio mezclándolo todo; quiere negociar los derechos de la plantilla de la pública, la privada y las subcontratas bajo el marco de la nueva ley de educación. Sería pertinente un espacio para negociar la política educativa siempre y cuando existiera voluntad para ello por parte del Departamento. Pero en este momento en el que ni siquiera se ha abierto una puerta al proceso de publificación ¿qué sentido tiene negociar los derechos de ambas redes en la misma mesa? Para nosotras es evidente que con esto el PNV y LAB quieren dar un impulso al Servicio de Educación que pretende crear la nueva Ley de Educación, ya que esta carece de consenso social. De este modo, utiliza los derechos laborales en beneficio de intereses políticos, vulnerando el derecho a la negociación colectiva de cada sector.

Es obvio que en esa mesa sindical poco se puede negociar. Por ejemplo, no se puede acordar el mantenimiento de las plantillas, ya que esto no es posible si no se toman medidas concretas en cada sector. Una medida sería evitar el cierre de las aulas, pero el decreto de planificación que acaban de publicar no lo recoge. Otra medida sería la reducción de ratios o el incremento de los recursos, lo cual, tras largas negociaciones, ya conseguimos, en parte, el 26 de mayo en el sector del profesorado no universitario. Además, muchos puestos podrían convertirse en estructurales a través de las Oposiciones, pero eso también lo hemos negociado en las mesas sectoriales y no ha habido voluntad por parte del Departamento.

Por lo tanto, en STEILAS no estamos dispuestas a escenificar consensos en torno a frases vagas carentes de contenido para poder así apoyar al Departamento de Educación. A esto hay que añadirle que el contenido que funcionará como punto de partida y que se ha negociado unilateralmente no se conoce en su totalidad. La negociación debe darse en cada sector porque ese es el ámbito que marca la ley. Hay que respetar la representación de cada sindicato y recoger las opiniones y aportaciones de todos los participantes en la mesa. Es evidente que esta nueva “mesa sindical” no es más que un marco de negociación que da sentido al Servicio de Educación, un ejercicio de blanqueo al fin y al cabo.

Ya tenemos ámbitos de negociación, lo que falta es voluntad, resulta llamativo que sea justo en este momento cuando el Departamento anuncia a los cuatro vientos la voluntad de negociar. Que no nos confundan, ahora es el momento de luchar, ya que en los últimos años el departamento ha recortado nuestros derechos constantemente. Por eso, precisamente, no es el momento de regalar fotos y acuerdos, nos toca luchar. Nuestra intención no es poner reglas de juego en solitario, sino buscar una unidad sindical que nos permita llevar a cabo esta lucha, ya que es lo que merecen los y las trabajadoras, así como nuestras condiciones laborales.